Culpabilidad de Nora
Uno
de los temas mas controversiales de la obra Casa de Muñecas por Henrik Ibsen es
la culpabilidad de Nora, la esposa de Helmer. La publicación de esta obra dio
mucho de que hablar en referencia al papel de la mujer. Nora representa a una
mujer estereotípica de la época: dependiente de su esposo para adquirir dinero,
encargada del bien estar de sus hijos y de socializar. Durante la visita de
Christina nos damos cuenta de que Nora no es quien dice ser ya que sacrifico la lealtad de su marido para
salvarle la vida. “La cuestión era que no supiera nada… Se trataba de que no
conociera la gravedad de su estado. A mi es a quien dijeron los médicos que
estaba en peligro, y que no podía salvarse mas que pasando una temporada en el Mediodía”
(Pg. 45). En el Noruega de 1870, las
mujeres se veían obligadas a depender de sus padres o maridos para pedir
prestamos. Esto es porque a las mujeres se les tenia terminantemente prohibido
este acto. Por esta prohibición Nora se vio forzada a falsificar la firma de su
enfermo padre, el cual murió pocos días después. De ese modo podía tener el
dinero para irse con su familia a Italia.
“¡Es la
pena mas cruel que he tenido que sufrir desde mi matrimonio!” dice Nora en su
defensa. Pero no tenia otra opción. En esos tiempos no tenia otra opción. No se
permitía que una mujer pidiera grandes cantidades de dinero prestado. Si lo
podía hacer pero por medio de su marido o de una figura masculina. Cuando se
encuentra con la situación forzada de su marido. “Torvaldo no viviría a estas
horas si no hubiera podido ir al Mediodía…”. (Pg. 44) Por lo
tanto debían irse a un lugar mas cálido para que su marido pudiera curarse. Si
no, ella se quedaría sola en ese momento estaba embarazada y ya tenían un hijo.
Seguramente
Nora pudo haberse salido con la suya y su esposo nunca se hubiese tenido que
enterar si no fuese por que la firma del padre de Nora no concuerda con su
fecha de defunción. Es decir, Nora firma el documento antes del fallecimiento
de su padre. Sin embargo el padre de Nora muere antes de la fecha firmada en el
documento del préstamo. No obstante, todo este tiempo ha trabajado y ahorrado
dinero para pagar su préstamo. Todo estaba perfectamente planificado hasta que
el prestamista se dio cuenta de la fecha firmada. Ademas, Nora no esperaba que
Krogstad tuviera ningunas malas intenciones puesto que ella estaba al dia con
todos los pagos.
Cuando
Nora le confiesa a Krogstad lo sucedido con el préstamo que le debe el le
pregunta, “… ¿Por qué no envió usted el recibo a su padre?” (Pg. 60) y Nora le
contesta la pura verdad, “Era imposible; ¡estaba tan enfermo! Para pedirle la
firma, hubiera tenido que declararle el destino del dinero, y en la situación
en que se encontraba no podía decirle que estaba amenazada la vida de mi
esposo. ¡Era imposible!” (Pg. 60). Lamentablemente si era imposible, era
imposible en esa época hacer algo tan común como pedir un préstamo, el cual
ella esta cumpliendo con. Efectivamente no había otra cosa que ella hubiese
podido hacer y no le quedo de otra mas de aprovecharse de la situación de su
padre y ayudar a su enfermo esposo.
En
conclusión, Nora no es culpable de haber tenido que falsificar la firma de su
padre para adquirir un préstamo que salvaría la vida de su esposo. En todo caso
la ayudo a darse cuenta de muchas cosas a su alrededor. Por ejemplo, cuando
Helmer lee la carta donde se revela el gran secreto de Nora, ella se da cuenta
de exactamente que es ella para el. Una muñeca.
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